SOBRE LA RUBÉOLA Y LAS MENTIRAS
Por César Hildebrandt
Sale un papelote y defiende la campaña contra la rubéola, que cuesta 22 millones de dólares sin licitación ni concurso público.
Y con ese papelote salen los papelitos, los papelones y los picapica neuronales a decir lo mismo: que el ministro Vallejos, al revés que el ministro de Salud del célebre poema vallejiano, sí sabe lo que tiene que hacer, tiene razón y es un portento de la honestidad. Pero el papelote y sus colas gaseosas de cometa no le dicen al público lo siguiente y que es lo único que importa:
1) Que la vacuna contra la rubéola no era prioritaria ni mucho menos, porque hay situaciones de salud verdaderamente urgentes: la bartonellosis resurrecta, la tuberculosis invencible, el dengue recurrente, etcétera;
2) Que el Ministerio de Salud simuló maliciosamente una urgencia que no existía para hacer uso del Fondo Rotatorio de la Organización Panamericana de Salud, que se destina a afrontar epidemias y que por eso está exento de todo trámite de licitación;
3) Que la ministra de Salud toledista, la doctora Mazzetti, usó siempre ese fondo de un modo igualmente sospechoso, convirtiéndolo todo en apuro presupuestal; y que el 80 por ciento de sus compras las hizo ante el mismo proveedor: Serum Institute of India Lmtd., la empresa que también nos ha vendido los 22 millones de dólares n vacunas contra la rubéola.
Su extraño nombramiento como ministra del Interior se entiende, en algunos círculos médicos, como un premio a su tarea y como una garantía de operaciones conjuntas en el futuro, además de como una deferencia del doctor García hacia una amiga a quien conoció cuando ésta hizo una especialidad de neurología de dos años –de 1991 a 1993– en París;
4) Que en febrero de 2006 la doctora Mazzetti dejó lista la compra de dicha vacuna, pero que sólo en este gobierno, con Vallejos de ministro, esa compra se consumó;
5) Que en todas las compras a la empresa Serum Institute –todas: las de ayer con Toledo y las de hoy con García– el intermediario ha sido el mismo agente: la empresa Eske Group SRL, único distribuidor en el Perú de Serum Institute, con número de RUC 20424721400 y cuyo rubro comercial aparece como Droguería Eske SRL, jirón Víctor Mantilla 237 Surquillo: inicio de operaciones, 8 de Abril de 1999;
6) Que el presidente del directorio de Droguería Eske SRL, pomposamente denominada con el alias cosmopolita de Eske Group, ha sido y es el médico aprista, y amigo personalísimo del doctor Alan García, Hugo Díaz Lozano, pediatra y tan aprista que en el año 2001 candidateó como aspirante del Apra al Congreso colocado en el puesto 89; tan aprista que Droguería Eske SRL ha sido el proveedor también exclusivo de las Boticas del Pueblo, ocurrencia social y electoral del doctor Alan García;
7) Que la vacuna que Eske Group nos ha vendido no sólo es contra la rubéola sino contra el sarampión y que de esta cobertura no se dice una sola palabra porque las contraindicaciones vinculadas a este aspecto son varias y severas. Y que habiendo en el mercado posibilidades de obtener vacunas específicas en contra de la rubéola se prefirió comprar, sin licitación, la versión doble de la empresa india. Y ello por que esta empresa no produce sino vacunas de doble o triple acción;
8) Que se está administrando inconsultamente a mujeres gestantes la vacuna contra la rubéola y el sarampión, sabiendo de los peligros que esto puede acarrear y exigiendo a los centros médicos de salud un monitoreo discreto, e ignorado por las pacientes, en relación a las posibles consecuencias que esta vacunación puede tener para los neonatos, consecuencias que van desde la retinitis pigmentosa hasta la minusvalía mental;
9) Que el ministro de Salud miente cuando dice, urgido por las circunstancias, que los 22 millones de dólares gastados se compensan con los 320 millones de dólares que nos estamos ahorrando los peruanos al evitar una epidemia de rubéola que podría incluir unos 6,000 casos.
Dicha cifra acaba de ser inventada por el doctor Vallejos porque las estadísticas de su propio ministerio señalan que en los últimos cinco años sólo se han producido 5,000 casos, todos ellos aislados, ninguno con carácter de epidémico y ninguno letal. Lo que no dice el doctor Vallejos es que es un crimen no decirle a las gestantes que están siendo inoculadas con una vacuna que puede ser de alto riesgo para sus hijos;
10) Que la Sociedad Médica Peruana ha tratado de difundir un comunicado que advierte a la opinión de los riesgos que la vacuna en cuestión tiene para las mujeres gestantes, las personas alérgicas al huevo o a la neomicina, los pacientes tratados con corticoides, los inmunodeprimidos por diversas causas o lo que han recibido dosis altas de inmunoglobulina en los últimos meses;
11) Que la misma empresa Serum Institute of India, con sede en Hadapsar, coloca en cada vacuna esta advertencia: “Pacientes propensos pueden sufrir, en casos muy raros, choques anafilácticos. Tenga a mano, para tales emergencias, inyecciones intramusculares con adrenalina: 1:1000”;
12) Que la vacuna es tan polémica, por contener también el virus atenuado del sarampión, que en la literatura médica que la acompaña puede leerse lo siguiente, corroborando de modo concluyente todas las aprehensiones clínicas reseñadas en esta columna: “La vacuna no debe administrarse durante estados febriles o embarazos, en casos de enfermedades infecciosas agudas, anemia aguda, deterioro de la función renal y descompensación cardiaca.
Tampoco debe aplicarse a personas alérgicas a cualquiera de los componentes de la fórmula”. ¡Y esto no se le está diciendo a la gente ni se está admitiendo ante la prensa! ¿Qué clase de farsante nos habla en la boca de la autoridad? ¿Qué clase de negocio es el que hemos descubierto? ¿Qué clase de quinquenio es el que tendremos?
P.D. Confirmo todo lo dicho en mi columna del viernes último. Todo es verdad. Lo de la vacuna y lo demás. El diario Correo trató de aporrearme, como siempre, convocando a una encuesta en la red:
“¿Cree usted que la prensa debe publicar aspectos privados de la vida del presidente Alan García?” Para sorpresa de Aldito Mariátegui, hasta las 6 p.m. las respuestas eran estas: 61% opinó que sí y 39% dijo que no. Tatatán. Y por último: me parece muy bien que LA PRIMERA diga lo obvio: que nada tiene que ver con esta columna