Desaparición de los estudiantes de la Universidad del Callao, Martín Roca Casas y Kenneth Anzualdo
Martín Roca era secretario de prensa y propaganda del Centro Federado de Estudiantes de la Universidad Técnica del Callao. Fue detenido cuando tenía 27 años.
El día 17 de agosto de 1993, días antes de su desaparición, había participado en una marcha de protesta con otros estudiantes en la que fueron descubiertos dos desconocidos que filmaban el acto con una cámara de video. Estos fueron encarados su equipo decomisado y destruido de inmediato.
A las once de la noche, los desconocidos acudieron a la casa de Roca Casas para pedirle la cinta de video. Uno de ellos fue el suboficial de la Marina de Guerra, Percy Tarazona Estevez. Roca Casas negó tenerla. Los militares se alejaron pero sólo por un momento. Regresaron acompañados por un grupo más numeroso y a bordo de un vehículo militar. Procedieron a allanar y registrar el domicilio en busca del casete. No lo encontraron. Al día siguiente, el 18 de agosto, Tarazona Esteves volvió donde Roca Casas.
La casa de Roca Casas fue sometida a una constante vigilancia. El 5 de octubre de 1993, Martín Javier Roca Casas salió de su domicilio en horas de la tarde, y desde entonces no ha regresado. Su padre denunció el hecho ante el fiscal supremo adjunto para derechos humanos, por cuyo conducto la investigación fue derivada al Ministerio Público del Callao.
Kenneth Anzualdo
El 16 de diciembre de 1993, Kenneth Anzualdo salió de su domicilio, ubicado en La Perla, Callao, con destino a la universidad, a las 16:00 horas aproximadamente. Tres compañeros suyos se despidieron de él cuando subió a un ómnibus de la línea 19-B. Eran las 8:30 de la noche. Faltaban pocos días para que declare ante el despacho de la Tercera Fiscalía Provincial por la desaparición de Martín Roca. Él había sido una de las personas que estuvo con Martín Roca el día de su desaparición., por ello, había denunciado el hecho a APRODEH. Desde aquella noche, no se supo más de él.
El chofer que condujo el vehículo que abordó Anzualdo, señaló que el microbús fue interceptado, a la altura de la avenidas Santa Rosa y La Paz, por un auto celeste, del que descendieron tres sujetos que se identificaron como Policías de Investigaciones. Ellos detuvieron a Anzualdo.
En su libro “Muerte en el Pentagonito” el periodista Ricardo Uceda revela que tres agentes del Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE) lo habían seguido la noche del 16 de diciembre. Uno de ellos era Jesús Sosa Saavedra, integrante del grupo Colina. Los agentes simularon una batida, y tras interceptar el vehículo, lo detuvieron y lo condujeron al Cuartel General del Ejército, conocido como “El Pentagonito”. Ahí fue interrogado y probablemente torturado en los sótanos del SIE.
Uceda recoge el testimonio del propio Sosa Saavedra, quien señala que Anzualdo, al igual de Roca fueron calcinados en el SIE y que la operación –que estuvo a su cargo– fue ordenada por el Departamento de Búsqueda de Información o SIE-1.