• Conafu sólo autorizó a 20 filiales y ratificó a 16. Pide que intervenga el Ministerio Público.
Muchos estudiantes desconocen la situación de su universidad. (Foto. Archivo).
¡Cuidado! En nuestro país operan más de 500 filiales universitarias que no cuentan con la autorización pertinente y por ende no garantizan legalidad ni una buena calidad educativa en las carreras que imparten.
El presidente del Consejo Nacional para la Autorización del Funcionamiento de Universidades (Conafu), Rafael Castañeda, precisó que ellos solo han autorizado a 20 filiales y ratificado a otras 16 que contaban con el permiso respectivo de la Asamblea Nacional de Rectores (ANR). "El resto son ilegales", reiteró.
Por ello, como una medida para poner freno a esta situación irregular, ha solicitado, mediante oficio, al Ministerio Público que clausure este tipo de centros que operan al margen de la ley.
Por dinero
Castañeda lamentó que la proliferación de nuevas filiales obedezca solo al interés económico de particulares ya que, según su opinión, con las universidades ya existentes la demanda de educación superior está totalmente cubierta. Asimismo, indicó que el problema comenzó a expandirse cuando algunas universidades fueron autorizadas a abrir algunas filiales en ciudades determinadas, pero luego continuaron su expansión por todo el país, sin permiso.
El funcionario dijo que, por ejemplo, una conocida universidad particular con años de trayectoria solicitó la autorización para inaugurar una filial en Chimbote, pero luego sin permiso abrió otras en diferentes zonas.
Como una solución a este problema, el presidente del Conafu también planteó la derogatoria del Decreto Legislativo 882 al amparo del cual se siguen presentando proyectos de nuevas universidades. "Hay ciudades, como Trujillo donde funcionan cuatro o cinco universidades además de 15 filiales, lo cual es excesivo", manifestó. En la actualidad en el Conafu unas trece filiales están en trámites y 22 con autorización provisional.
El dato
NO MÁS. Los colegios Médico y de Abogados se oponen a la creación de nuevas facultades de estas carreras, debido a la saturación de profesionales existente.