25 AÑOS DEL 25 DE NOVIEMBRE


25 años del 25 de noviembre
Aída García Naranjo Morales[*]

Hace 25 años del día en que en el Perú se conmemoró por primera vez el 25 de noviembre como día internacional de la no violencia contra la mujer. Entonces esta era una idea extraña: ¿por qué insistir en un tipo específico de violencia?, ¿de dónde había venido esta propuesta? El tiempo ha hecho que muchos entiendan que el mensaje del 25 de noviembre es contra toda violencia, pero que nos dice además que las mujeres sufrimos formas particulares y sistemáticas de violencia.

El 25 de noviembre nació de una experiencia de violencia de Estado contra las mujeres, pero como lo demuestra el Informe de la Comisión de Verdad existe la violencia de la guerra que mantiene un doloroso filo de género, la violencia de la calle (delincuentes, pandillas, violadores, etc.), la violencia en la escuela, en los hospitales y en los hogares. Contra todo eso estamos levantando nuestros brazos y nuestras voces cada 25 de noviembre.

Algo sobre el origen del día internacional de la no violencia contra la mujer
En 1961, la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo ordenó secuestrar, torturar y asesinar a las hermanas Patria, Minerva y Maria Teresa Mirabal. Se las consideraba peligrosas por ser parte del movimiento de lucha contra el tirano y por tener a sus respectivos esposos en la cárcel. La orden se cumplió cuando ellas salían de la visita a la prisión. Fueron atacadas por esbirros que las arrastraron a los cañaverales, las vejaron y destrozaron. Cargaron luego con los cuerpos y los arrojaron a un abismo pretendiendo simular un accidente.
Pero cuando se supo lo que había pasado estallaron las protestas. El caso de las hermanas Mirabal fue uno de los detonantes para la caída del régimen. Los dominicanos tomaron la fecha como un símbolo de lucha contra la ceguera del poder que se transforma en violencia contra el pueblo y en particular de las mujeres.
Veinte años después, en 1981 las representantes de Republica Dominicana, durante el I Encuentro Feminista latinoamericano y del Caribe realizado en Colombia, propusieron conmemorar internacionalmente los 25 de noviembre como Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer. En nombre de las heroicas hermanas Mirabal, millones de mujeres que en América Latina y el mundo asumimos ese día como una oportunidad para repudiar los abusos del poder, los asesinatos , la persecución, las torturas, la violencia sexual, sea por razones ideológicas, políticas, laborales, económicas, o por la simple condición de se mujer.
La violencia contra la mujer no significa solamente maltrato físico. El asedio (no solo sexual) así como las amenazas, la coacción, el racismo, el chantaje, la discriminació n, la pornografía, el incesto, la persecución, la tortura, el secuestro, el maltrato, que cometen diariamente los miembros de la familia, la sociedad, el estado, las fuerzas armadas y los grupos terroristas contra las mujeres, constituyen formas de violencia que son necesarios condenar y erradicar.

Ni olvido, Ni silencio, Ni impunidad
Este 25 de noviembre las mujeres tenemos un motivo particular para levantar nuestras voces. Es que estamos asistiendo a un momento crítico en el que avanza ante nuestros ojos el Pacto de Impunidad para exculpar a Alberto Fujimori de sus crímenes contra el pueblo peruano e imponer una segunda amnistía para los violadores de derechos humanos. Esta es una agresión contra todas las mujeres que fueron violadas, asesinadas, torturadas, desaparecidas, en los años de la guerra sucia. A tres años de la presentación del Informe de la Comisión de la Verdad es fundamental denunciar las maniobras políticas y judiciales que se llevan adelante para burlar los derechos de las víctimas.

En tanto, esta fecha fue creada para despertar la conciencia política y social sobre las diversas formas de atropellos que sufre la mujer y para denunciar y emprender acciones efectivas para exterminar este tipo de actos que vulneran la dignidad humana, no solo en el ámbito privado, sino de manera mas grave aún en el espacio público debemos movilizarnos y exigir que el gobierno chileno entregue al prófugo Fujimori, para ser procesado por la Justicia Peruana. Debemos también exigir el cumplimiento de las conclusiones y recomendaciones de la Comisión de la Verdad y Reconciliació n (CVR) y juntos debemos formular e implementar propuestas políticas y sociales hacia la construcción de un Perú con democracia participativa, justicia social y bienestar para todos y todas. Única forma de evitar que la historia de los últimos años se repita otra vez y que los responsables de la violencia política y el autoritarismo queden impunes.

Por ello el 25 de noviembre debemos realizar en todo el país actos por el Día de la No Violencia y no a la Impunidad, denunciando los casos de violencia contra las mujeres como lo que realmente son: una violación a los derechos humanos de las mujeres, pero ellos no deben estar limitados a la esfera de la violencia domestica, sino a todas las formas de violencia en particular la violencia política recuperando el verdadero sentido de esta fecha.

Debemos combatir el olvido, el silencio y la impunidad como la forma más poderosa de hacer Justicia.
Un pueblo que no conoce su historia no tiene presente y está condenado a repetir los errores del pasado. La impunidad es incompatible con la dignidad de toda nación democrática, y el silencio es cómplice. Nuestro reto es reconocernos en el espejo de la verdad, asumir nuestras responsabilidades y contribuir a que se abra el paso a la justicia, justicia penal y justicia social, para hacer del Perú, una patria para todos y todas.


CRONOLOGÍA DE LA NO VIOLENCIA
El 25 de diciembre de 1993, entró en vigencia la Ley Contra La Violencia Familiar (26260), que establece procesos de tramitación sumarísima en los casos en que se constate violencia familiar. La creación de las defensorías municipales del niño y del adolescente (DEMUNA) también ha sido otro paso importante del Estado peruano por frenar las agresiones y maltratos contra las mujeres más pequeñas que, como es sabido, son una de las principales victimas de los atropellos contra menores de edad. En el año 2001, se creo el programa Nacional contra la violencia familiar y sexual (PROMUDEH)
En el año 2001, se creo el Programa Nacional Contra la Violencia Familiar y Sexual (PROMUDEH) y se impulso la Campaña Nacional Por La No Violencia Contra La Mujer. El Programa de Apoyo al Repoblamiento (PAR), elaboró inicialmente un Plan de Reparaciones que incluyó un programa denominado “Etnicidad y Equidad de Género”, que incluía tres proyectos: Reparación de secuelas de violencia política en mujeres, participación política de las mujeres y sus organizaciones; y violencia intrafamiliar. Se esperaba procesar los cambios en el ámbito familiar, la reducción de factores de riesgo y adecuadas políticas y programas de protección y prevención.

La Dirección General del Adulto Mayor (antes Gerencia de Desarrollo Humano) y la Dirección de Participación Ciudadana del Ministerio del Interior suscribió posteriormente un Acta de Trabajo con la finalidad de realizar acciones de promoción y cooperación técnico profesional para prevenir la violencia juvenil, el mismo que tuvo la duración de sólo un año, pese a la gravedad de la violencia social.
El Proyecto JODI inició sus actividades dentro de la Oficina Nacional de Cooperación Popular y ha desarrolló acciones en el tema de prevención de la violencia con adolescentes y jóvenes: Comunicación y Cultura, Salud Sexual y Reproductiva, y Servicios y Asesoría de organizaciones juveniles que fueron beneficiadas por el Proyecto Piloto JODI, el 42.6% (32 proyectos) del total de proyectos, han desarrollado actividades a favor de la prevención de la violencia, que a claras luces resultan insuficientes.
El Instituto Nacional de Bienestar Familiar INABIF ha desarrollado también con adolescentes, acciones de prevención de la violencia: prevención del embarazo precoz, uso indebido de drogas, pandillaje pernicioso y múltiples talleres que abordaron los temas de derechos humanos, valores, autoestima, equidad de género, derechos del niño y del adolescente, derechos de igualdad de oportunidades, etc.).
Los logros principales del Programa Nacional Contra La Violencia Familiar Y Sexual del MIMDES del 2002 fueron: 160,141 atenciones profesionales a 22,989 víctimas de violencia familiar y violencia sexual que acudieron a los Centros de Emergencia Mujer, en 20 departamentos del país.
Se ha logrado además mediante un proceso de capacitación formar una red de 230 facilitadoras que realizarán trabajos de detección, promoción, difusión y prevención de la violencia familiar a nivel de los distritos de Lima Metropolitana y se cuenta con módulos de capacitación para efectivos policiales y operadores de justicia, con un apoyo significativo de destacadas ONGs.
En los 03 últimos años se ha dotado de equipamiento básico a 24 casas de refugio a nivel nacional en Lima y nueve departamentos del Perú (Arequipa, Cusco, Puno, Moquegua, Ica, La Libertad, Ucayali, San Martín y Junín; además se han seleccionado con criterios técnicos 10 experiencias de casas de refugio a nivel nacional para nuevos convenios, Lima (4), Ancash (1), Piura (3), Huancavelica (1) y Huanuco (1), elaboración de modelos de atención para casas de refugio y capacitación para 24 casas refugio nuevas. Se cuenta con un Plan para el sistema de registro de casas de refugio y una línea telefónica “amiga” de alcance nacional.
El Programa Integral de Reparación (PIR) se ha constituido desde 2003 en una demanda urgente y necesaria para quienes padecieron los mayores agravios durante las dos décadas de violencia que vivió el Perú. Este mecanismo resulta indispensable para la reconciliació n del Perú. La reparación constituye un deber del estado y debe ser incluida como parte de sus políticas, con la consiguiente provisión de los recursos que hagan posible su materializació n, proponer reparaciones individuales y colectivas constituye ya el inicio de un proceso de resarcimiento y de dignificación de las victimas.
En Julio del 2005, el gobierno aprobó el Plan Integral de Reparaciones (PIR) cuyo programa multianual 2005 – 2006 fue aprobado mediante Decreto Supremo 047-mo 2005-PCM del 07 de Julio. Asimismo se aprobó la Ley 28592, el 29 de Julio del 2005, luego que la misma fuese anunciada por Toledo en el mensaje presidencial.

En Octubre del 2005, en la propuesta de Reglamentació n de la Ley 28592, se hace explícita la necesidad de reconocer las situaciones a desventajas y diferencias que existan entre mujeres y hombres en el acceso a recursos y toma de decisiones y si contribuye también a superar y contrarrestar la neutralidad de género que en materia del enfoque y el lenguaje sensible al género contenía el plan, contribuyendo así a una ejecución mas equitativa.

El 20 de octubre de 2006, el gobierno aprista designó a los miembros del Consejo Nacional de Reparaciones bajo la presidencia de Sofía Macher, ex comisionada de la Comisión de la Verdad y la Reconciliació n, encargada de hacer las listas finales de víctimas de la violencia para iniciar el proceso de reparación.

[*] Responsable del programa de Género y Desarrollo. Centro de Asesoría laboral del Perú CEDAL